Mucho se ha dicho de Azrael, como entidad que se mueve entre diferentes
planos espirituales con la intención de guiar a las almas de los fallecidos y
los que están por fallecer para ser juzgados por sus acciones, como también del sincretismo que le ha hecho adquirir
connotaciones malévolas que lo elevan al plano de un ser pesadillesco, que en
feligreses pocos ilustrados ha provocado la confusión de asimilarlo con la
Santa muerte
Como ya dije, Azrael es una entidad que ha trascendido tiempos y
culturas, por lo que su origen se entiende como un encuentro transversal entre
ellas, y no a través de un prototipo de
una cultura determinada. De lo que sí podemos estar seguros, es que sus alusiones
más antiguas se centran en el tema de la “inexorabilidad de la muerte”, y que
su forma textual favorita es el apólogo, es decir, una narración en verso y
prosa, de carácter didáctico y/o moralizante que con frecuencia personaliza
seres abstractos. Este tipo de texto posee orígenes antiguos en las culturas
orientales hindú y persa, y las semíticas, arábicas y hebraicas. En la
literatura judeo-talmúdica es muy común su uso debido a ser una herramienta que
permite a los rabinos enseñar la interpretación de los textos religiosos.
Azrael es un nombre que deriva del árabe Izrail (que significa
"Aquél a quien Dios ayuda"), tiene la característica de ser nombrado
a través de múltiples otros nombres, tales como Azrail, Ashriel, Azaril,
Azriel, Izrail, y Ashrail en la tradición judía. También es llamado Abu Yaria
por algunos musulmanes y Mordad entre los persas. En el islam no aparece este nombre en
ninguna parte del Corán ni en ningún hadiz (dicho o conversación, que para el
Islam representa los dichos y las acciones del profeta Mahoma relatadas por sus compañeros y compiladas por
aquellos sabios que les sucedieron); pero si aparece la figura del “ángel de la
muerte” o en su traducción Malak al-Mawt, siendo Izrail solo un nombre
atribuido sin base en la fe islámica, específicamente con la aparición del
sufismo. Otros de los nombres que se le atribuyen son, Baltazar, en relación
etimológica a Baeltaezaer - Baltazar - Bael – Baal cuando se le asocia a una
esencia demoniaca, y Ozryel, uno de los tres arcángeles enviado a la Tierra por
Dios, para castigar Sadum y Amurah (Sodoma y Gomorra), entidad que es anunciada
como precursora del nacimiento de los vampiros en tribus sociales
contemporáneas. Como acotación, tanto Azrael como Ozryel son relacionados a
través de la lógica de estudiosos del libro de Enoch, al arcángel Sariel.
En el plano Judeocristiano, se
nombran cuatro arcángeles que cumplen el
rango de muerte al igual que Azrael, que son Michael, Gabriel, Samael, y
Sariel. En la erudición rabínica existe una lista de 14 ángeles de muerte:
Yetzerhara, Adriel, Yehudiam, Abaddon, Samael, Azrael, Metatron, Gabriel,
Mashhit, Hemah, ha-Mavet de Malach, Kafziel, Kesef, y Leviatán.
También posee títulos tales como “ángel de los Registros Akasicos o
akáshicos”, neologismo acuñado por la teósofa británica Annie Bésant que
proviene del antiguo sánscrito de la Indio ākāśa, que significa ‘éter’ (un fluido intangible,
inmaterial y sutil, que los antiguos hinduistas suponían que penetraba todo el
universo y sería el peculiar vehículo del sonido y la vida). En el ocultismo: Ángel de los espíritus, que
monitorea el estado y la ubicación de las almas independientemente de su forma
o dimensión, y Arcángel de la
transición, porque ayuda al ser humano en el difícil tránsito de la muerte, es
decir, en la aceptación de ella, en el
periodo de agonía cercano a ella y en el proceso de reencarnación o
reubicación posterior a ella. Aparece
también en los escritos del hereje cristiano Marción, donde es mencionado como
el Ángel de la Ley de Moisés debido a que cumple la función de manejar el alma
de los sacrificios que duraron hasta la muerte de Jesús. En los tiempos
actuales, aparece en el Libro de Samahel donde se nos revela como el ángel de
la Muerte de la vida y de la Vida de la muerte, símbolo con el que aparece
también en el A.D.A.M.A.
Dentro de su apariencia, En el islam se le describe como un arcángel de
70 mil pies de altura y 4 mil alas cubierto de tantos ojos y alas como personas
hay en la tierra, que simbólicamente
hace referencia a su función segadora de almas. En otras representaciones se
ilustra acompañado de un bebé, o bien como un esqueleto con espada o guadaña,
coronado de rosas o flores primaverales (muerte y nacimiento respectivamente).
Posee también una sotana larga, con capucha de color negro debido a que el negro
ha sido el color arquetípico de la muerte en diversas culturas. En la narrativa
judaica, Adquiere la forma de acuerdo a las creencias, actos y fe de las
personas a las que visita a diferencia de los midrash de la misma procedencia
que lo describen con una luz blanquecina, no como la de Gabriel, sino de color
un mortecino.
Hasta ahora,
hemos conocido la etimología y las características del arcángel, pero esto
queda incompleto si nos preguntamos ¿cuál es su historia? Bueno, para
comprenderla debemos extraerla por separado de tres fuentes religiosas: El
islamismo, el judaísmo y el cristianismo.
Según el Corán en el islamismo, Azrael es el arcángel de la muerte que espera
arriba de nosotros a tomar el alma del cuerpo y es uno de los cuatro ángeles
más altos en el trono de Alá (Los otros son Djibril, Mikhail, e Israfil.) Una
de las mitologías presentes dice que Dios le envió junto a Michel, Israfel y
Gabriel a buscar tierra a las cuatro
esquinas de la tierra para crear a Adàn a su imagen y semejanza. Sòlo Azrael
pudo hacerlo. Es por esta razón que Dios le da el poder y la misión de separar
el alma o espíritu de los cuerpos de los seres humanos, aunque una versión
diferente dice que todos pudieron traer los siete puñados de polvo necesarios
para crear a Adán.
Otras de sus
mitologías, dice que poco tiempo después de su creación, a Azrael le fue
asignado el estudio de algo no muy bien comprendido en el cielo, la disposición
del alma de los humanos después de la muerte. Se conocía que algunas almas
habían llegado al cielo gracias a sus méritos obtenidos en el periodo de
reencarnación y olvido, pero no se sabía a dónde iban las otras almas y que
pasaban con ellas tras la muerte.
Ante esto,
Azrael se ofreció para rastrear el alma de los humanos ante el poco logro
obtenido por otros ángeles, consiguiéndolo. Descubrió que muchos humanos, particularmente los de peor naturaleza,
estaban siendo torturados en el reino inframundo debido a que según los
midrash, el alma, cuando mantenía la densidad de su naturaleza humana, tiende a
descender hacia una región inferior, un sitio abandonado, vacío, un reino de
miseria y aislamiento. Allí también perecieron, en número asombroso, los ángeles caídos que acompañaban a Azazel (también llamado Azael), junto
a los Nephilim, los hijos híbridos de los ángeles y las mujeres humanas que
asediaron al mundo durante las Guerras Celestiales. Ese reino en sus inicios fue creado como un
espacio de ausencia de Dios y soledad, pero no un lugar de tortura y los
demonios lo habían convertido en eso.
El Cheol se
había convertido en infierno. Cuando Azrael informó en el cielo, se vivió una
indignación general porque no solo infringían torturas, además se tomaron la
potestad de destruir ciertas almas, pese a que ni el mismo Dios lo había hecho,
aun teniendo el derecho. Según Azrael, los demonios estaban reteniendo almas
que no habían infligido pecados tan contundentes, con la intención de castigar infinitamente una
culpa que era finita. Por su labor, Azrael fue ascendido a rango de arcángel,
comprometiéndose a que ninguna alma se dirigiera equivocadamente a un lugar que
no fuera el cielo.
Desde ese momento, él y su coro de ángeles
ayudaría a los espíritus a librarse de sus cadenas, rescatarían las almas
salvables del infierno e impedirían a
los ángeles caídos tomar cualquier alma que no les correspondiese. Así
comenzaron con sus vigilias, hasta que Azrael tomó consciencia de que no era
suficiente, por lo que asumió el rol de tutor, apoyando a los vivos a prepararse
para la muerte, comprenderla, aceptarle y no temerla si sus acciones habían
sido correctas. Con el tiempo entre los seres celestiales se comenzó a pensar
que los ángeles de Azrael y él rehuían el cielo. A causa de lo anterior, Azrael terminó entonces por tomar la decisión
de autoexiliarse, porque su compasión por los humanos era tan grande que preferían
servir a Dios en la oscuridad con tal de salvar las almas humanas.
En relatos
más populares, Alá lee el nombre del
fallecido y Azrael tiene 40 días para cumplir con su rol. Si el hombre es
bueno, su llegada viene cargada de paz y olores paradisiácos. En cambio, si es
malvado, es acompañado por demonios torturadores que le atormentan. Para el Islam,
Azrael será el último ser en morir, en
el mismo sentido se dice que es tan poderoso que se necesitaban 70000 cadenas
de una longitud de un viaje de miles de años para contenerlo. A pesar de todo
lo anterior, Azrael también tiene un carácter demoniaco en el islamismo,
representado como un ser que está cubierto con un millón de velos, es más
grande que los cielos, y el mundo se encuentra en sus manos como un plato, del
que puede comer cuanto quiere.
Tiene cuatro
caras: una adelante, otra arriba de la cabeza, otra detrás, y la última debajo
de los pies, posee cuatro alas y su cuerpo está cubierto de innumerables ojos:
cada vez que cierra uno, muere un ser humano. Según la misma tradición, se dice
que Azrael poseía un grimorio o libro prohibido llamado El libro de Azrael, el
que circuló entre los magos y alquimistas medievales. Se trata de otro libro
apócrifo que fatiga la paciencia de los bibliotecarios, quienes jamás han
podido hallarlo, no obstante, la leyenda afirma que todos, sin distinción,
conoceremos sus páginas. También se indica que una vez, cada 13 mil años es
asignado como ángel de la guarda a una persona especial, una de las más
afortunadas.
Si nos dirigimos al Talmud judío, Azrael es
igualado con Satanás (que comúnmente se representa con el símbolo del macho cabrío) y proporciona la inferencia de que este ángel es malo.
Como una nota lateral, en el Zohar, un libro sagrado de la tradición mística
judía de la Cábala , Azrael recibe las oraciones de los fieles cuando llegan a
los cielos, y también comanda legiones de ángeles celestiales. En consecuencia,
Azriel se considera que es un comandante de alto rango de los ángeles de Dios.
Además según otras fuentes, se dice que Azrael traducido del hebreo, es
"ayudante o auxiliador de los dioses” y que habita en el tercer cielo
sobre los arcángeles Miguel y Gabriel.
Por último, en
el cristianismo no hay ninguna referencia directa a Azrael en la Biblia, y él tampoco
se considera ni una figura canónica ni no canónica dentro del cristianismo.
Pero, En el Paleocristianismo, a través de una historia ubicada en el Esdras
(un libro anulado por las Iglesias católica y protestante, pero considerado
canónico para las enseñanzas ortodoxas del cristianismo) se confundía a Azrael
con Esdras, también a veces escrito como Azra en diferentes idiomas,
descendiente de los sacerdotes de la tribu de Aarón y escriba durante el
periodo del segundo templo de Jerusalèn. Azra fue visitado por el arcángel
Uriel y se le dio una lista de leyes y castigos que iba a cumplir y hacer
cumplir como juez sobre su pueblo.
Azra se registró posteriormente en los libros
apócrifos como un ser que ha entrado en el cielo "sin probar la mancha de
la muerte” y también como quien vaticinó
la segunda venida de cristo. ". Dependiendo de varios puntos de vista
religiosos, podría ser tomado como Esdras regente de la angélica de estado.
Esto añadiría el sufijo "el" a su nombre, lo que denota un ser
celestial (por ejemplo, Michael , Rafael , Uriel ). Por lo tanto, Ezra o Azra
adquiriría el sufijo convirtiéndose en Ezrael o Azrael. Libros posteriores también establecen su
relación con un escriba llamado Salatiel, que fue citado diciendo, "Yo,
Salatiel, que también es Esdras". Una vez más, dependiendo de ciertos
puntos de vista de la espiritualidad cristiana, esto podría ser visto como
influencia angelical de Azrael en Salatiel, aunque este punto de vista no está
confirmado ni negado por la creencia popular de los cristianos.
Hasta acá
termina la mitología asociada a Azrael, el arcángel de la muerte. Esto fue
Logomaquia.
O
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